Que bien se está en casa cuando llegas del trabajo cansado, cuando llueve y hace frío, lo momentos de ocio con los amigos y la familia… que hacen de un lugar muy importante en tu vida. Cada espacio tiene una función importante, donde entra un factor determinante, que es la iluminación del hogar. Gracias a ella conseguimos crear ambientes únicos para las necesidades de cada momento.
Iluminar el hogar es clave, y tiene un efecto funcional a la vez que práctico. Te ayuda a resaltar y embellecer también los elementos decorativos de tu casa.
Te vamos a dar los trucos y consejos para que sepas como deberías colocar las lámparas en tu hogar, para que la luz sea la adecuada y además decore la estancia. Los trucos que te vamos a dar tienen que ver con el tipo de luz, la cantidad de luz y la distribución de la luz, para cada habitación de tu casa tenga la luz que necesita.

1. La luz natural
Tu hogar necesita recibir toda la luz natural posible. La luz natural es importante ya que el cuerpo humano se acostumbra a estar más relajado o activo en función de la luz que percibe. Saca el máximo partido de la luminosidad que reciba tu vivienda para disfrutar del mejor proyecto lumínico en todo momento. Cortinas ligeras, colores claros y ambientes comunicados serán tus aliados.
2. Puntos de luz
Para cada estancia, un punto de luz que no debe faltar, es la luz general. Generalmente se colocará en la parte central de la habitación, cocina, comedor, etc. Esto evita generar sombras y su luz es más homogénea.
No todas las estancias de la casa requieren la misma cantidad de luz y esta debe calcularse en función del uso. En espacios de trabajo como la cocina, la correcta colocación de los focos reducirá la cantidad necesaria, con el consiguiente ahorro en consumo.
3. Tono de luz
Elige el tipo de tono de luz que deseas para cada estancia. Un regulador de intensidad te permitirá disfrutar de la cantidad de luz necesaria según el momento, lo que se puede reforzar con pantallas semi-opacas para la iluminación de ambiente.
La luz de tus lámparas se puede dividir en tres tonos o colores. Cada “color” afecta a nuestro estado de ánimo, sensación de cansancio, concentración, en general afecta de una manera directa a nuestras funciones vitales, por lo que es muy importante saber elegir la luz en función de la estancia. Tenemos la luz cálida que es acogedora, la luz neutra similar a la del sol, la luz fría para momentos de concentración.

Entre luz cálida y neutra, ¿Qué tipo de luz es mejor para mi hogar?
Lo primero es tener en cuenta que en tu hogar por lo general pasas más tiempo por la mañana y hacia la tarde/noche. En estos momentos la luz del sol es cálida, por lo que en tu hogar vas a necesitar mimetizar estos tonos con la iluminación ambiente en un color cálido.
- En el salón y en el dormitorio la luz tiene que ser principalmente cálida o neutra, nunca fría. Queremos que la estancia sea acogedora y que invite a la relajación y al descanso.
- La cocina y el baño pueden tener una luz neutra e incluso fría. Son estancias en las que quieres una buena luz para estar concentrado. Eso sí, ten en cuenta que la luz fría casi siempre encaja mejor con estancias en color blanco, si tu cocina está decorada en algún otro color como verde o amarilla, verás un color en las paredes y otros objetos algo azulados y no quedará tan bien iluminada como si usaras una luz neutra.
- En el recibidor o zonas de paso la luz puede ser neutra o cálida, ya en función de gustos o de cómo estén ubicadas las estancias unas con otras. Si la distribución de las estancias está separada o tienes un concepto de espacio abierto. En el caso de separadas no tienes ningún problema.
- Zonas destinadas al estudio o despachos. La luz principal debe ser neutra aunque la zona en la que se realice algún tipo de trabajo puede ser luz fría. Por ejemplo para escribir papeles, trabajar con un ordenador o leer, son tareas que se realizan mejor con una luz entre neutra y fría.

4. Combinar puntos de luz
Combina varios puntos de luz en un mismo espacio con diferentes modelos de lámparas (colgante, de pie, sobremesa, plafón, aplique, foco…). Así crearás diferentes ambientes según los necesites.
El truco para cualquier estancia sería colocar lámparas “para por si acaso”. Es una iluminación que apagada no gasta electricidad y como solo la vas a encender de vez en cuando no va a suponer un gasto. Otro punto a favor es que hay lámparas de pie, de sobremesa y apliques que apagados decoran, un punto más para pensar en comprar lámparas para iluminación extra.

5. Iluminar las zonas en sombra
Parece algo obvio, pero casi siempre se nos olvida que las esquinas y rincones de nuestro hogar suelen estar pobremente iluminados y hacen que la decoración no sea perfecta.
Eliminar zonas con sombras innecesarias cuesta, pero con una iluminación auxiliar se puede conseguir fácilmente. Por lo general las esquinas de las estancias como el salón o el dormitorio pueden tener zonas con menos luz, algo que de normal no es un problema, pero en algunos momentos puntuales nos puede molestar.
